La práctica del Yoga reduce los factores de riesgo cardiovascular

Cuando se comparó con la inactividad física, esta disciplina se asoció con una mejoría significativa en cada uno de los resultados primarios de los factores de riesgo medidos: El índice de masa corporal se redujo en 0,77 kg/m2, la presión arterial sistólica bajó 21 mm Hg, la lipoproteína de baja densidad (colesterol malo) se redujo en 12,14 mg / dl, y la lipoproteína de alta densidad (colesterol bueno) aumentó en 3,20 mg / dl.

También se apreciaron cambios significativos observados en las variables secundarias: El peso corporal se redujo en 2,32 kg, la presión arterial diastólica en 4,9 mm Hg, el colesterol total en 18,48 mg / dl, y la frecuencia cardiaca en 27 latidos / min. Sin embargo, no se encontraron mejoras en los parámetros de la diabetes (glucemia en ayunas y la hemoglobina glicosilada).

Las mejoras en los factores de riesgo (IMC, presión arterial, niveles de lípidos) fueron significativas cuando se utilizó el yoga junto a medicación. Entre los pacientes con enfermedad coronaria existente, el yoga proporciona un beneficio estadísticamente significativo en la reducción del colesterol LDL cuando se añade a la medicación (estatinas y fármacos hipolipemiantes).

En comparación con el ejercicio en sí, se vio que el yoga proporcionaba efectos comparables sobre los factores de riesgo a los del ejercicio aeróbico. Los investigadores señalan que “esto podría ser a causa del impacto del yoga en la reducción del estrés, que lleva a un impacto positivo en el estado neuroendocrino, metabólico y la función cardio-vagal”.

Asimismo, sobre las similitudes del efecto del yoga y del ejercicio sobre los factores de riesgo cardiovasculares, sugieren que “podría haber mecanismos comparables de funcionamiento, con algunos posibles beneficios aeróbicos fisiológicos que se producen con la práctica del yoga y algún efecto de relajación para reducir el estrés que ocurre con el ejercicio aeróbico”.

Según la autora principal, Myriam Hunink (miembro del Centro Médico de la Universidad Erasmus de Rotterdam), estos resultados indican que “esta modalidad puede ser muy útil para reducir el riesgo y que la evidencia apoya la aceptabilidad del yoga para los pacientes con menor tolerancia física, como aquellos con condiciones cardiacas preexistentes, los ancianos o aquellos con dolor musculoesquelético o en las articulaciones”.