Posicionamiento sobre el entrenamiento de fuerza en jóvenes.

ARTÍCULO DEL MES DE DICIEMBRE 2014 

 

 Artículo:  Rhodri S. Lloyd, Avery D. Faigenbaum, Michael H Stone, Jon L. Oliver, Ian Jeffreys, Jeremy A. Moody, CliveBrewer, Kyle C. Pierce, Teri M McCambridge, Rick Howard, Lee Herrington, Brian Hainline, Lyle J. Micheli,Rod Jaques, William J. Kraemer, Michael G. McBride, Thomas M. Best, Richard Ramirez, Donald A. Chu,Brent A. Alvar, Jonathan Esteve-Lanao, Juan-Manuel Alonso, Gregory D. Myer 

 

A raíz de los transcendentales intentos para transmitir preocupación en torno al entrenamiento de fuerza en jóvenes pre-pubescentes, el concepto de participación de niños y adolescentes en varias formas de entrenamiento de fuerza ha hecho crecer el interés entre investigadores, profesionales clínicos y entrenadores profesionales. Existe ahora un cuerpo de evidencia convincente que apoya la participación regular en el entrenamiento de fuerza en los jóvenes con el fin de reforzar la salud y las adaptaciones físicas y mejorar el rendimiento deportivo. Existe un mayor apoyo para el uso del entrenamiento de fuerza en los jóvenes, siempre y cuando estos programas sean supervisados por profesionales cualificados y mientras sean coherentes con las necesidades, metas y habilidades de niños y adolescentes. Los estudios científicos han indicado que varias formas de ejercicio de fuerza pueden producir mejoras significativas en el rendimiento en fuerza muscular, producción de potencia muscular, velocidad de carrera, rapidez en los cambios de dirección, y en el rendimiento motor en general en jóvenes. Desde la perspectiva de la salud, la evidencia indica que el entrenamiento de fuerza puede causar alteraciones positivas en la composición corporal total, reducción en la grasa corporal, mejorar la sensibilidad a la insulina en los adolescentes obesos, y mejorar la función cardiaca en los niños obesos. Es importante destacar que también se ha demostrado que la participación regular en un programa de ejercicio apropiadamente diseñado que incluya entrenamiento de fuerza, puede mejorar la densidad mineral ósea, la salud esquelética y probablemente reducir el riesgo de lesiones deportivas en los deportistas juveniles. Esto parece ser una consideración importante dado que aproximadamente millones de las lesiones relacionadas con el deporte entre los deportistas jóvenes, requieren de consulta médica cada año en los Estados Unidos de América. En comparación relativa con los datos de Europa, se halló que las lesiones deportivas en jóvenes requirieron hospitalización en 1,3 millones de los casos, en menores de 15 años de edad. Además, la fuerza muscular y el entrenamiento de fuerza han sido asociados con la salud psicológica positiva y el bienestar de niños y jóvenes.

 

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